ulie Miville Dechêne
Ombudsman, Servicio francés
Sociedad Radio-Canadá
No encontramos que la respuesta recibida de Radio Canadá, atribuida a nuestra protesta, sea
satisfactoria. Por lo tanto, deseamos proseguir nuestra queja.
1. La respuesta de que la tensión en el Barrio Chino “fue causada principalmente por la
presencia de Falun Gong en el vecindario” es incorrecta. Es una forma de culpar a las victimas
de su victimización. Falun Gong es difamado y perseguido. Hay una conexión directa entre
difamación y persecución. Falun Gong protesta contra la difamación. La falta yace en la
difamación no en los que protestan.
Crescent Chau y La Presse China, se comprometen en palabras del Tribunal de Apelaciones de
Quebec en
“difamación cuando, sin pruebas, acusan a ciertas personas de actos criminales y actos
perversos. Simplemente, ver los alegatos no.1 (lavado de dinero, tratos con el medio criminal o
mortal); no.4 (mujeres forzadas a ejercer la prostitución); no.5 (bestialidad); no.6 (¿?);
no.7 (¿vampirismo?); no.13 (violencia y crueldad)…los textos mentirosos y difamatorios tienen
como blanco a Li Hongzhi, sus allegados, los dirigentes del movimiento y el movimiento en sí”.
Vea el párrafo 13 y 14 de su juicio de mayo 13 del 2008, en el caso de Zhang V. Zhau.
Seguramente, en este contexto, el motivo de la tensión fue la difamación sin pruebas de actos
criminales y perversos por parte de Crescent Chau y La Presse China contra Falun Gong y no la
presencia de Falun Gong. ¿Es correcto realmente decir que los responsables de la tensión son
los que protestan por la difamación y no quienes los difaman?
2. La carta de respuesta de Radio-Canadá a nuestro reclamo además rechaza nuestra declaración
de que Falun Gong no es una organización con una cantidad de afirmaciones sin pruebas. La
declaración dice que las iniciativas son “muy estructuradas”. Pero, ¿cuál es esa estructura
que defiende Radio-Canadá? Es solo una suposición de su parte sin detalles ni pruebas.
Radio Canadá se refiere a la “no falta de dinero”. ¿Cuál dinero? Después afirma que hay
“recursos financieros considerables”. ¿Cuáles recursos financieros? Nuevamente tenemos aquí
suposiciones sin pormenores ni pruebas.
La única referencia que respalda estas afirmaciones es la publicación de La Grande Époque “con
oficinas en 30 países, impresa en papel de calidad en 17 idiomas, pero contiene poca
publicidad”. Más, para esto hay una simple explicación para este fenómeno, que es producido y
distribuido por voluntarios, quedando sólo el costo del papel y la tinta, que es donada por los
practicantes individuales de sus salarios.
La carta hace referencia a diferentes órganos trabajando a paso muy cerrado. Otra vez es una
afirmación sin evidencia. No es del todo sorprendente que gente comprometida en una práctica
común con una creencia subyacente en común estaría horrorizada por la calumnia y la persecución
de sus compañeros practicantes. Pero saltar de una reacción humana común a una acusación sin
fundamento de una bien fundada estructura moviéndose a paso muy cerrado, es una fantasía de la
conspiración, algo que el público de la transmisión debería ser capaz de identificar y anular.
Los medios de comunicación, como un grupo, tienen en el fondo muy poco en común con los
practicantes de Falun Gong. Así, los medios de comunicación predominantes, incluyendo a Radio-
Canadá, a veces engranado en un periodismo manipulador reportan los mismos acontecimientos, al
mismo tiempo y de la misma manera. Este periodismo manipulador dirigió conspiraciones
fantasiosas, acusaciones de una conspiración global de medios, acusaciones que en los medios
globales convencionales están dirigidas por muy estructurados, bien financiados intereses, lo
que resulta de unos medios de comunicación que se mueven como un todo a pasos muy cerrados.
Esa es la clase de acusación de la cuál supongo Radio Canadá está bien enterada. Es preocupante
que un medio de comunicación de salida a lo que ha sido el blanco de las fantasías de la
conspiración, que tienen tan poca evidencia en su defensa como la fantasía de la conspiración
sobre Falun Gong, a la que Radio Canadá da rienda suelta y caiga ella misma presa de esta clase
de fantasía.
Debido a que hemos viajado por el mundo para hablar acerca de nuestro reporte, hemos conocido
practicantes de Falun Gong en más 40 países y 60 ciudades. Aunque ninguno de nosotros es
practicante de Falun Gong, simplemente debido a nuestros viajes, hemos conocido más
practicantes y sabido más acerca de Falun Gong día tras día como ningún otro. Sabemos muy bien
que no hay estructura, poco dinero y a veces coordinación desafortunada.
Qué ese poco dinero viene de forma individual, que cada quien dona un poquito para gastos
específicos en productos y servicios que se necesitan día con día (y no de una cuenta corriente
de banco) para sostén de la causa en la que ellos creen. Hemos conocido a muchos de esos
donantes individuales y nos explicaron cuánto y en qué gastan su dinero. Hubiera sido un asunto
sencillo para Radio Canadá obtener información similar si solamente estuviera comprometido con
el periodismo en lugar de actuar bajo el supuesto de una fantasiosa conspiración.
Es sorprendente para nosotros que creyentes inocentes que protestan contra una fiera difamación
y persecución sin razón describan su indignación como una bien financiada conspiración. Radio
Canadá debería distinguir mejor.
La difamación a grupos, desgraciadamente, ha ocurrido en Quebec a veces contra los francófonos.
Cuando la población francoparlante en Quebec protesta a gritos contra la calumnia, como deben
de hacerlo, no vemos a Radio Canadá clamando que esa protesta pública es una muy bien
financiada y estructurada campaña con fondos y financiamiento que no concuerda con los recursos
reales utilizados, y por una buena razón. Pero hoy, esa razón es tan buena para Falun Gong.
3- La carta de Radio Canadá le quita representación a nuestra preocupación, diciendo
“sencillamente preguntar sobre el tema es análogo a negar el holocausto”. Por el contrario,
como indicamos en nuestra carta, si radio Canadá simplemente hubiera peguntado acerca de si sí
o no Falun Gong era una “muy estructurada organización” o “no le falta” dinero, no
hubiéramos tenido ninguna objeción.
Sin embargo, empezar con esas suposiciones, sin preguntar nada y sin tener evidencia, es en
extremo lamentable. Nuestro reclamo a Radio Canadá no es por preguntar, aún más por no
preguntar y proseguir por el camino de la suposición.
Si bien, obviamente, algunas preguntas fueron hechas, la parte más grave de nuestra queja es
que las preguntas que se hicieron se basaron en suposiciones insostenibles y sin examinar. Es
una pieza de ergotismo por parte de Radio Canadá, que cuando nos quejamos acerca de la
confianza en suposiciones en el marco de las preguntas, critica nuestra preocupación como si
protestáramos por el interrogatorio per se.
Hurgando en nuestra carta de esta forma, se justifica describir a Radio Canadá de la manera en
que Charles Talleyrand describió a la monarquía de los Borbones. Al leer nuestro reclamo,
radio Canadá no olvidó nada pero tampoco aprendió nada.
4- La referencia en la carta de Radio Canadá a nuestro reporte sobre Cosecha de Órganos parece
argüir que no hay espacio para cuestionar las conclusiones de nuestro reporte. Pero otra vez,
esa no fue la naturaleza de nuestra protesta. Acogeríamos positivamente un debate honesto sobre
nuestro reporte.
Son las distorsiones y suposiciones las que objetamos. Radio Canadá hace referencia a sus
discusiones con David Ownby, Harry Wu y el vocero de Amnistía Internacional, lo más grave de
nuestra protesta corresponde a Radio Canadá, no a David Ownby, ni Harry Wu ni Amnistía
Internacional. Sentimos que Harry Wu reaccionó exageradamente con las historias iníciales sobre
Sujiatun previo a nuestro reporte. Sacamos nuestras inquietudes en el apéndice 16 de la segunda
versión de nuestro reporte, accesible en nuestro sitio web.
Nuestra preocupación persiste en que Radio Canadá distorsionó y retorció lo que dijeron David
Ownby, Harry Wu y Amnistía Internacional. Nada en la carta de Radio Canadá alivia nuestra
preocupación por esta distorsión. De hecho, en la carta continúan estas distorsiones.
En nuestra carta hicimos referencia de pasada a lo que concluyó la Comisión contra la Tortura
de la ONU. Escribimos:
“Esta esquivez [del gobierno de China] y su negativa a confrontar la evidencia que
sacamos en nuestro reporte ha sido destacado por el Relator de la ONU para la Tortura, el
Relator de la ONU para la Intolerancia Religiosa, y la Comisión de la ONU para la Tortura.”
La carta de Radio Canadá cita del Reporte de la Comisión de la ONU contra la Tortura.
La declaración citada incluye estas palabras:
“el Relator Especial para la Tortura destacó que un incremento en las operaciones de
Trasplante de órganos coincide con el inicio de la persecución de [practicantes de Falun Gong]
y que se ha pedido una explicación completa de la fuente de los órganos trasplantados, lo que
pudiera aclarar la discrepancia”.
Estas palabras señalan el punto que estamos infiriendo.
Aunque Radio Canadá resalta en negritas las palabras “acusación” y “reclamo” por todas
partes en su cita del extracto del reporte de la Comisión, como sugiriendo que la Comisión
contradice de alguna manera lo que decimos en nuestra carta. De cualquier modo, Radio Canadá
malinterpreta el asunto que tratamos de exponer o son deliberadamente obtusos.
Suyos sinceramente
David Matas
David Kilgour